La cebolla es un producto necesario e imprescindible en nuestro hogar. Es un producto muy versátil, se puede comer cruda, en ensaladas, cocinada, etc. Sobre esta deliciosa hortaliza daremos unos pequeños consejos, que creo serán de gran utilidad.
Cuando vayamos a comprar cebollas, deberíamos fijarnos, que sean duras, tersas y con un aspecto brillante.
Para que no nos haga llorar a la hora de pelar las cebollas, sería aconsejable hacerlo sumergiéndolas o bajo un chorro agua fría.
Cuando tengamos que utilizar sólamente un trozo de cebolla, es conveniente cortarla, reservando la parte del brote, pues de esta manera se conservará mejor el trozo que nos queda y además, no se desmontarán las capas de la cebolla.
Para desprendernos del mal olor que nos pueda dejar la cebolla en las manos, una buena idea sería frotarnos las manos con limón y posteriormente calararlas con agua fría.
Si nos gusta comer la cebolla cruda y no lo hacemos por el mal aliento que nos pueda dejar, no hay problema, después de comerla masticamos unos granos de café o un poquito de perejil, y problema resuelto.
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